Cada una de estas bellas flechas tenía en la punta un objeto en forma de bola, llamado Kabura, el cual producía un silbido cuando la flecha volaba por el aire y en la cola tenía plumas
La Kabura representa al sol, la pluma representa la tierra, y acertar al blanco con la flecha representa la armonía entre el cielo y la tierra, una unión natural y un lazo entre todas las cosas que esperamos y por las que rogamos para el presente, y su corazón representa la paz y prosperidad, coexistencia y prosperidad mutuas.
Los clanes poderosos ejercían protectorados en diferentes áreas o gobernaciones feudales, en ellas realizaban competencias de sus artes marciales, según un antiguo escrito, presentando sus técnicas en honor a los Dioses en un gran Templo Sintoísta.
Hay varias escuelas de Yabusame, pero en el presente las principales son Ogasawara y Takeda.
EL ARCO JAPONÉS O YUMI.
1.- Introducción
El empleo del yumi (arco) es muy anterior al de la katana y fue precisamente su uso a caballo, disciplina conocida como kyba no michi, donde el samurai empezó a forjar su leyenda de gran guerrero.
Disparar flechas al galope puede parecer una cuestión sencilla pero, como veremos en este artículo, es una maniobra muy complicada que se ve seriamente afectada tanto por la morfología del caballo como por el diseño de la armadura. Estos dos elementos condicionaron notablemente tanto el diseño del arco como la dinámica de tiro haciendo que el estilo japonés, pese a no ser el más efectivo, sea el de mayor belleza plástica y el que más destreza requiere .
2.- Un arco asimétrico y muy largo.
El arco japonés es un arma de gran tamaño, entre 215 y 245 ctm, y aunque esto ya es en si muy inusual (solo el viejo longbow ingles se acerca a estos guarismos) lo que realmente lo convierte en un arma única es su asimetría ya que la flecha no se coloca en el centro del arco sino, aproximadamente, en el primer tercio inferior de este.
El gran tamaño ayuda a que la maniobra de tensado requiera menos esfuerzo físico y eso permite al arquero armarlo con más facilidad pero sobretodo aguantar más tiempo con la flecha lista incrementando así el tiempo que puede dedicar a apuntar.
La asimetría venía impuesta por la montura ya que con su tamaño si la fechase colocase en el centro del arco el extremo inferior de este golpearía en el caballo haciendo imposible el disparo.
Su uso militar fue a caballo (yabusame) y a pie (kyujitsu). Gran parte de la tecnología desarrollada para este arma se centraba más en el proyectil que en el propio arco, diseñando distintos tipos de puntas de flecha con propósitos específicos. Dentro de la corriente de modernización de las artes marciales de Japón, el arte del kyujitsu se ha transformado en el kyudo, fuertemente vinculado a la doctrina Zen, que se ha convertido en la última manifestación de esta tradición de tiro con arco, a salvo de localizadísimos festivales rurales en los que aún se practica yabusame
3.- Composición
El arco tiene una estructura laminar y aunque en un primer momento, guerras Gempei, eran fabricados con madera de árbol caduco reforzado con bambú posteriormente se uso solo este ultimo elemento tanto para la fabricación como para el refuerzo.
Las cualidades adhesivas del pegamento no eran muy buenas ni la resistencia al agua adecuadas y eso hizo que se emplease Junto de Indias y un lacado natural purificado denominado urushi que hacia que el arco pudiese resistir los embates de las duras condiciones climáticas. Pese a ello ni el arco ni las armaduras estaban diseñadas para combatir bajo la lluvia y mientras los primeros perdían tensión y eficacia las segundas, por la acción del agua en los cordajes, se volvían pesadas e incómodas.
La cuerda del arco, parte fundamental del arma, estaba fabricada con fibra vegetal, por lo general de cáñamo o ramiro, y estaba recubierta de cera natural para aumentar su resistencia y para hacerla más lisa. La tensión que producía era máxima y eso hacia que en ocasiones fuese necesaria la ayuda de varias hombres para montarlo, que no para armarlo.
El ya (flecha) era de bambú y su fabricación culminaba con la colocación de tres plumas de águila o halcón en su cola (en ocasiones se empleaban plumas de cisne o de ganso). Dichas plumas, como ocurre en otras culturas, servían para dar estabilidad al ya durante el vuelo y para ello le impriman un giro que podía ser tanto de derecha a izquierda como de izquierda a derecho. Cada "ya" tiene un género (masculinas "ya" se llaman "haya"; femeninas "ya" son "otoya"); creado de las plumas de los lados alternos del ave, "hayaya" giran conforme a las manecillas del reloj y las "otoya" del lado contrario. La "haya" es la primera en ser tirada.
El arquero o "Kyūdōka" llevan un guante en la mano derecha, llamado "yugake". Hay diferentes estilos de "yugake", pero típicamente están hechos de piel de venado. Los practicantes pueden elegir entre un guante duro (con un endurecido pulgar) o un guante suave (sin el pulgar). Hay diferentes ventajas en ambos
4.- La maniobra de tiro
El arquero japonés a caballo, por las limitaciones ya citadas (armadura y montura), solo podía disparar desde el lado izquierdo del caballo, de forma perpendicular a la línea de desplazamiento de este y en un arco cerrado de unos 45 grados, esto es, entre las 9 y las 11 si seguimos el código del reloj que se emplea en la orientación militar moderna.
La dinámica de tiro era única y estricta y empezaba levantando el arco por encima de la cabeza para salvar al caballo. Echo esto se comenzaba a bajarlo lentamente mientras se separaban ambas manos extendiendo la izquierda casi por completo y llevando la derecha hacia atrás hasta casi tocar la oreja momento en el que el arquero podía efectuar el tiro.
Conseguir un blanco en estas condiciones era difícil y eso hacia necesario que el arquero fuese sometido a innumerable horas de entrenamiento en las cuales se pasaba a pleno galope junto a una línea de pequeños tacos de madera redondos que ejercían como blancos. Esta práctica recibía el nombre de yabusame y ha llegado hasta nuestros días convertida en disciplina deportiva y de competición.
Tener buenos resultados en el yabusame no implicaba tener éxito en campaña ya que durante el combate además de tener que disparar sobre un blanco móvil este devuelve el fuego sobre el arquero reduciendo la concentración de este y las posibilidades de acierto.
5.- Un arma poco mortífera.
Aunque pueda parecernos un arma contundente el arco, sobretodo con el empleo de armaduras, no era un arma muy mortífera y se conservan varios relatos en los que se describen samuráis desplazándose por el terreno de batalla con más de una docena de flechas clavadas y quebradas.
Las batallas se decidían siempre en la confrontación cuerpo a cuerpo y/o a caballo empleando la katana y el tanto no obstante todas las contiendas empezaban con un intercambio de flechas en el que parte de estos proyectiles habían sido modificados para que emitiesen fuertes silbidos que tenían por objeto llamar la atención de los kamis (dioses).
El arco fue usado también con profusión por los ashigaru, tropas regulares de infantería, hasta que estos fueron dotados de arcabuces siglos después pero su técnica de disparo era muy diferente ya que sujetaban el arco horizontalmente.
6. – El kyudo
Hoy en día existe una práctica deportiva de tiro con arco denominada kyudo que pese a practicarse de pie y no a caballo puede considerarse como uno de los herederos del arte de lucha samurai.
Se trata de una disciplina donde todo está reglado y donde cada movimiento ha sido estudiado y medido y donde nada se improvisa.
Kyūdō (弓道:きゅうどう, Kyūdō), que literalmente significa "camino del arco", es el arte japonés de la arquería. Es un arte marcial japonés (gendai budō); no debe confundirse con el Yabusame, que es el tiro con arco a caballo, ni con el Kyu jutsu, que es únicamente la técnica del tiro. Se estima que existen aproximadamente medio millón de practicantes del kyūdō; es practicado por hombres y mujeres de todas las edades. El kyūdō es un deporte curioso en el sentido de que una persona puede dominar el arte a los 90 o incluso los 100 años de edad.
Propósito del Kyūdō
En su forma más pura, el kyūdō es practicado como un arte y busca el desarrollo moral y espiritual del individuo. Muchos arqueros lo ven como deporte, pero la meta que los más devotos practicantes esperan alcanzar es "seisha seichu", "tiro correcto es golpe correcto". En el kyūdō, lo deseado es la acción única de expansión ("nobiai") que resulta en un tiro liberado naturalmente. Cuando el espíritu y el balance del tiro son correctos, el resultado es que la flecha llega al blanco. Abandonarse a sí mismo completamente en el tiro es el objetivo espiritual. A este respecto, muchos practicantes creen que la competitividad, la reexaminación y cualquier oportunidad que coloque al arquero en esta situación es importante; por el contrario, hay otros que evitan las competencias y examinaciones de cualquier clase.
El Yabusame fue diseñado como una manera de agradar y entretener a la multitud de dioses que velan por Japón, estimulando sus bendiciones para la prosperidad de la tierra, la gente, y la cosecha.
Un arquero de yabusame galopa hacia abajo en una pista de 255 metros de longitud a alta velocidad. El arquero principalmente controla a su caballo con las rodillas .
A medida que se acerca a un objetivo, apunta su arco y la flecha es apoyada junto a su oreja antes de dejar volar la flecha con una nota profunda de In-Yo-En-Yo (luz y oscuridad). La flecha es contundente y de forma redonda a fin de hacer un sonido más alto cuando golpea la diana.
Arqueros experimentados pueden utilizar las flechas con puntas en forma de V. Golpear a los tres objetivos se considera un logro admirable. El Yabusame se ha diseñado para reproducir el ritual de destino óptimo para dar un golpe mortal a un oponente que llevaba una armadura completa samurai (O-Yoroi) en la cual quedaba un espacio justo debajo de la visera del casco desnudo.
Ser seleccionado como un arquero yabusame es un gran honor. En el pasado, eran elegidos entre los mejores guerreros. El arquero que realiza el mejor disparo recibe una tela blanca, lo que significa favor divino.
Con la llegada de los portugueses y sus armas de fuego en la mitad del siglo XVI, el tiro con arco comenzó a perder su importancia en el campo de batalla. En la Batalla de Nagashino en 1575, grupos de arcabuceros a las órdenes de Oda Nobunaga y Tokugawa Ieasu dispararon sus armas de fuego en salvas y prácticamente aniquilaron las cargas de caballería del clan Takeda.
El arquero a caballo fue revivido en el Periodo Edo (1600-1867) por Ogasawara Heibei Tsuneharu (1666-1747) bajo el mando del shogun Tokugawa Yoshimune (1684-1751). Teniendo en cuenta que la nación estaba en paz el tiro con arco, así como otras artes marciales militares se hizo más como un método de desarrollo personal que como un entrenamiento militar.
Yabusame se lleva a cabo en distintos momentos del año, generalmente cerca de Sintoísta santuarios. En mayo, el Kamo no Matsuri Tradicionalmente, incorpora demostraciones de tiro montado con arco (yabusame).
CABALLOS
La mayoría de los caballos japoneses son descendientes de las importaciones chinas y coreanas, y hubo algunos cruzamientos con caballos indígenas que existían en Japón desde la edad de piedra.
Aunque los registros de los caballos en Japón datan del Período de Jomon, Que jugaron poco o ningún papel en la agricultura japonesa temprana o los conflictos militares hasta que los caballos del continente se introdujeron en el siglo IV.
Los samurai lucharon como caballería durante muchos siglos; y los caballos fueron utilizados principalmente como animales de tiro y para la guerra. Entre la aristocracia, algunos fueron especialmente reconocido por su equitación.
Los samuráis eran particularmente expertos en la materia de la utilización de tiro con arco a caballo.
En la pre -Meiji Japón, los caballos sólo se consideraron en un contexto de guerra. Las mujeres japonesas no montaba a caballo porque el caballo estaba reservado para los guerreros samurai.
Desde 1958, una estatua de un caballo en Santuario Yasukuni ha reconocido las contribuciones de los equinos en japonés acciones militares . Otros monumentos públicos en diversos lugares de Japón conmemoran los caballos en la guerra de Japón, por ejemplo, la Nogi Santuario en Kyoto.
Artículo extraido del blog de Pedro Adolfo Rodríguez Díaz SAMURAI - BUSHI