31 de gener 2011

ARMAS MEDIEVALES: LA MAZA

La maza al principio era una simple vara o garrote con un extremo más ancho en el que se engastaba la roca que constituía la parte pesada y contundente. Con el paso de los siglos evolucionó a las típicas armas totalmente metálicas, cuya cabeza de armas disponía de trinchadoras "cuchillas" o "aletas", repartidas geométricamente, a la que se denominó Maza de armas por su finalidad militar.

Esta cabeza de armas solía estar hecha de materiales más pesados o baratos, como el bronce, plomo o hierro, reforzándose luego con cuchillas aceradas y dando al conjunto formas hexagonales, octogonales, etc.

La maza es una de las armas más simples y primitivas que acompañó al hombre desde la primera utilización de herramientas, ya sea en forma de garrotes o de mazas primitivas.

[maza.jpg]El resurgir de esta arma llegó en la Edad Media, a juzgar por algunos monumentos figurativos donde se representan jinetes empuñando dicha arma como en el famoso Tapiz de Bayeux (siglo XI), donde se puede apreciar que las mazas comienzan a tener formas muy especializadas y pasan a ser completamente metálicas. Además, desde el (siglo XII?), se transformó en insignia de ceremonia y símbolo de poder (para la que ya había servido también en épocas pasadas) llegándose a transformar en armas de "parada". Tanto los reyes, emperadores, como la alta jerarquía eclesiástica usaban mazas como objeto de representación del poder. Por ello incluso las Órdenes Militares de la Iglesia usaban mazas en ciertas épocas en lugar de armas de tajo y punza por evitar "sangrar" a sus enemigos, lo que tenían supuestamente prohibido al ser frailes.

Su forma tradicional en esta época, la denominada Maza de armas, consistía en una sencilla bola o badajo de corazón de bronce o hierro, con cuchillas o puntas, colocadas en el extremo de un corto mango totalmente metálico. Sin embargo, en los siglos XV y XVI se fabricó a manera de molinillo crespado y también en hierro

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ARMAS MEDIEVALES: EL MANGUAL

El Mangual, o Látigo de armas, era una arma muy parecida al Lucero del alba compuesta de una "vara", cadenada, que finalizaba en una/s cabeza/s de maza que no eran más que bolas "plomadas" con púas. Usada en la Edad Media, estaba compuesta de unas cadenas de hierro que finalizaban en bolas metálicas de pinchos, sujetas por su otro lado por anillos fijos a un mango de madera, como el de los mayales.

El mangual, también llamado después "látigo de armas", fue un arma desarrollada a partir de un utensilio campesino denominado mayal, de la que a lo largo de los años copió el concepto de maza de látigo.

Durante muchos años, y a partir del siglo XVII y XVIII, la voz castellana de mangual se aplicó a toda maza de "cadena". Pero dado que su último término se le aplicó "vulgar y académicamente" a su última versión militar de vara de cadenas con cabezas de maza, esta arma que no es más que una maza de cadenas, no sería si no un arma de vara, de largo de un codo, cuyas armas cadenadas servirían tanto para hacer mal como para "atrapar" otras armas. Por lo tanto estaría en boga durante los siglos XII a XIV. Aunque sus ejemplares de colecciones y museos sean posteriores.

Si bien comenzó como un desarrollo del utensilio campesino Mayal, el Mangual, o Látigo de armas, acabó convirtiéndose en un arma especializada para el combate contra armadura de placas y defensas (escudos o mejores armas). De "vara" de no más de 4 dm, su/s cadena/s y cabeza/s (que por norma, y para evitar herir al portador, solo medía un tercio de la longitud del mango. Por ello, estas características la hacían un arma muy ofensiva de golpeo y, a la par de enganche, aunque esto último no está al cien por cien contrastado.

El mangual es un arma muy peligrosa, no solo para el enemigo sino tambien para uno mismo si no se tiene cuidado. El mangual debia estar en continuo movimiento porque al ser un arma ofensiva al pararlo podian ocurrir dos cosas: que se golpeara uno mismo con el mangual o que el enemigo tubiera la oportunidad perfecta para propinar un golpe.

ARMAS MEDIEVALES: EL PICO DE CUERVO

El Pico de Cuervo es una subcategoría de arma contundente a una mano que se carateriza por poseer un "peto" (pico) de la cabeza de armas largo y curvado a semejanza del pico del ave que le da su nombre. Se presenta con arma de hacha o de martillo en su lado opuesto.

En francés el Pico de Cuervo se le llama también Bec de Faucon, pero se refiere más a la forma de la cabeza de armas, ya que se emplea también para armas enastadas.

El Pico de Cuervo es una subcategoría de los martillos y hachas de armas que se comenzó a desarrollar como solución ofensiva contra las Armaduras blancas (Llamada también Arnés: completa de placas metálicas). Por tanto es un arma que se desarrolló muy probablemente a partir del siglo XIV ya que el desarrollo del Arnésempezó con las armaduras de placas y mallas del siglo XIII al XIV.

En su forma primitiva, el Pico de Cuervo, al igual que sus "primos" el martillo y maza de armas podría ser un desarrollo de herramienta campesina o minera. Pero, dado que es una "arma especializada" para perforar arneses, es un arma completamente militar.

El Pico de Cuervo, como ya hemos visto, son armas contundentes a una mano, lo que implica que son armas cortas (Debido a su peso) de unos 50 a 80 cm. Suelen tener su mango de madera reforzado por bandas metálicas o bien son totalmente metálicos. Sus cabeza armada se compone de un pico largo y curvado, el que le da su nombre, y su "peto" (Armas secundarias de una "cabeza" de arma blanca) suele ser un martillo u otro pico, o bien -las menos- una hoja de hacha, eso si, más ligera de lo normal.

ARMAS MEDIEVALES: EL MARTILLO DE GUERRA

Archivo:War hammer2.jpgUn martillo de guerra (mejor nombrado históricamente en castellano como martillo de armas) era un arma contundente, que el guerrero mantenía casi siempre a una mano, cuya cabeza de armas fijada a un asta o mango corto siempre se componía de una parte más roma para golpear y otra más afilada (los "petos" o "pinchos") en forma de pico para estocar.

Pensado para el combate cuerpo a cuerpo, su diseño se asemeja al de un martillo, y, al igual que éste, consiste en una cabeza maciza de metal y un mango. Este último puede tener distintas longitudes, variando entre la de una alabarda y la de una maza. Es un arma que tuvo su auge en la Edad Media; se utilizaba para destruir las armaduras de los oponentes. La estrategia más común era llevar a varios soldados armados con maza o martillo y detrás de ellos infantería normal.

También se puede encontrar en algunas fuentes como "lucerna". Tratados sobre su manejo: Flos duellatorum de Fiore dei Liberi.

Archivo:Paolo Uccello 037.jpgLos martillos, o picos, militares fueron una variante de las primeras y primitivas armas contundentes de la humanidad. En el principio de los tiempos, las armas más fáciles de usar o fabricar fueron las porras, clavas y mazas. Pero a medida que el hombre aprendió de la guerra y usó armas defensivas como pieles, cueros y escudos, las armas de tajo o punzantes relegaron a las contundentes a un segundo plano.

Ya en siglos posteriores, en la época medieval, las defensas, sobre todo de arneses de placas, volvieron a popularizar armas contundentes muy especializadas como los martillos de guerra y otras subcategorías como el Pico de Cuervo por el poder de penetración que tenían al enfrentarse a armaduras completas de placas.
Por ello estas armas solo perduraron mientras perduró la "Armadura Blanca" o arnés de placas metálicas pero no eran buenas.

Los martillos, mazas o picos militares eran armas "cortas" de como máximo el metro en contadas ocasiones. Su poder de pegada y penetración radicaban en la masa del arma, por ello siempre fueron más cortas (de menos de marca, como dirían en castellano antiguo) que espadas de armas.
Su longitud media oscilaba entre los 50 y 90 cm, por lo que su uso se basaba en estar bien armado (armadura) o bien de disponer de movilidad (a caballo). La imagen de armas empleadas de esta guisa que no fueran sables o lanzas ha creado mucha discusión en cuanto a la efectividad de estas armas, ya que parece que estas se quedaban encajadas con facilidad al penetrar las corazas, pero con textos históricos en mano, estas armas, que servían tanto para derribar como para asestar un golpe cuasi definitivo, era muchas veces el arma principal, no la secundaria. Por ello el "problema" de desencajar picos y martillos de corazas no pareció ser una razón para su uso o su desuso, y fueron populares entre los caballeros bien armados del medievo y posterior.




ARMAS MEDIEVALES: EL GOEDENDAG

El Goedendag (en holandés "Buenos días") es un garrote grande, pesado y tosco armado con una afiliada punta de hierro asida a él por un pesado refuerzo metálico, otro modelo es un bastón largo terminado en un trozo de madera con espinas de acero en secuencia.

Esta es un arma con cierta controversia sobre "qué era un goedendag", dadas las diferentes versiones de los cronistas de las batallas entre Francia y Flandes de principios del siglo XIV.
Según los holandeses, el goedendag fue un arma "improvisada" desarrollada para la leva flamenca que surgió cerca del siglo XIII en respuesta a la falta de equipamiento militar "serio" de las tropas de infantería del ejército de Flandes que luchó contra la ocupación por parte de Francia y en favor de su posterior independencia. Según esta fuente un goedendag no era más que un garrote pesado con púa afilada y larga cual lanza, cuya cabeza de armas de hierro macizo se introducía bastantes centímetros en la madera del garrote para ganar mayor peso a la hora de golpear.

Según algunos cronistas franceses, los goedendag "causaban heridas de tajo" por lo que durante mucho tiempo se creyó que eran versiones primitivas de las alabardas. Y aunque el tipo de heridas pudo ser así, lo que probablemte sucedió fue que se emplearon "a la vez" goedendags y armas enastadas de la familia de las alabardas.

Esta arma pasó a los anales de la Historia por la deshonrosa derrota que inflingió a los flamantes caballeros de Francia en la batalla de Courtrai de 1302. En esa batalla por la defensa de Flandes, se enfrentaron la mejor caballería pesada de toda la época medieval contra una más reducida tropa flamenca compuesta sobre todo de infantes reclutados y sin casi panoplia. Esta infantería, portaba solamente como arma principal estos "sobrevalorados" goedendags, y una orden de Guido de Dampierre, conde de Flandes: "...no hacer ningún prisionero por pedir rescate, mas degollarlos a todos..." Así fue como con esta encomienda y los goedendag, los flamencos consiguieron derrotar a la mejor tropa pesada de la Europa medieval en una cruenta batalla que se denominaría más tarde como "La batalla de las espuelas de oro". Considerándose una de las pocas y gloriosas batallas desiguales ganadas por la infantería a la caballería hasta ese preciso momento de la Historia.

Como en otras ocasiones (como la dolorosa derrota francesa en Azincourt), la "ineptitud" o desorden de los mandos y nobles franceses fueron en buena medida los causantes de la derrota de un ejército, el suyo, infinitamente superior al de su enemigo. Por ello, y aunque esta batalla sirvió para iniciar el "mito" de los goedendag, y el inicio de la decadencia de la caballería pesada, posteriores batallas sirvieron para darle la revancha a los franceses, y, sobre todo, demostrar que la efectividad de esa tropa flamenca armada con estas armas fue más que dudosa, pues les siguieron derrotas tras las primeras victorias de la causa flamenca contra Felipe IV.


ARMAS MEDIEVALES: EL MAYAL DE ARMAS

El mayal, manal o malle, es un instrumento tradicional agrícola utilizado para la trilla de cereales. Está compuesto por dos bastones unidos por correajes o cadenas; generalmente, el bastón más largo y delgado, sirve de mango, y el más corto y grueso se usa como maza para golpear la parva (montón de cereales recién segados) o las legumbres. En España se usó poco, sobre todo en zonas del norte y en áreas montañosas, ya que en el resto se prefería el trillo. Aunque los agricultores más modestos, jornaleros y espigadores, que no tenían tierra propia (o no podían costearse el uso del trillo y el alquier de las eras), usaban el mayal, casi siempre a la misma puerta de su vivienda

Un mayal de armas es el arma contundente que proviene de la herramienta campesina que, como hemos mencionado, esta compuesta de dos varas asidas y servía para desgranar cereales. En su versión militar occidental posee pocos cambios respecto a su "hermana" agrícola, tan solo refuerzos metálicos, cadena en lugar de tiras para unir las varas y, en ocasiones, la vara tiene pinchos o cabeza de armas ferrada como las mazas. En las orientales, si se ven mayor número de ejemplares exclusivamente militares, tanto para infantería como para caballería.

El mayal es un instrumento muy extendido por todo el Viejo Continente y, a menudo, ha derivado en armas defensivas u ofensivas, como las mazas medievales europeas de diversos tipos (maza de guerra, mangual, o las orientales (el San jie gun y el Shao zi gun son mayales de combate chinos, mientras que el nunchaku es la versión japonesa).

El mayal militar es un arma "oportunista" de las levas, por ello su uso no fue generalizado, así como tampoco fue representada artísticamente como otras armas.
Este tipo de armas suelen aparecer en todas las épocas en las que se tiene o tuvo que movilizar al "pueblo" para la defensa nacional. Por ello son sus posteriores desarrollos "específicamente" militares los que sí se recuerdan más.

En el caso del Mayal de armas, su evolución y voz española directa de mayal de armas es el mangual.
Si bien un mangual es un mayal para la guerra, los manguales perdieron muy pronto su forma original para transformarse poco a poco en látigos de guerra. Por ello el término mangual es mejor emplearlo con las mazas de "bola(s) y cadena(s)"

Otra características del mayal es que se asemeja a una espada o a una maza ya que no transfiere vibraciones del impacto al portador. Esto es una gran ventaja para un jinete, que puede utilizar la velocidad de su caballo para agregar mayor potencia a la bola y llegar a desarmar a su oponente, aunque puede correr el riesgo de ser desequilibrado de su montura.
Es difícil bloquear con un protector o pararlo con un arma porque puede curvarse alrededor generando un gran impedimento.
El mayal necesita el espacio hacer pivotar y puede poner en peligro fácilmente a los compañeros del usuario.
Controlar el mayal es mucho más difícil que las armas rígidas.
Si el mayal fue hecho pivotar con bastante fuerza podría agrietar la armadura de placa abierta y atontar al portador del mismo.

Fueron signos de autoridad y justicia, por ejemplo el cetro egipcio llamado nejej era, bien, y esto es poco probable, un mayal modificado (simbolizando la autoridad sobre la tierra y las cosechas; o, mejor, un flagelo espantamoscas de ganadero (en alusión al liderazgo del pastor sobre el ganado). También los fasces romanos estaban compuestos de bastones de castigo (varas de majar que, originalmente, eran una simplificación del mayal o, más probable, varas de pastoreo) que manifestaban su autoridad judicial y su capacidad para imponer castigos de orden menor. Las varas, aunque sueltas, persisten hoy día como insignia de autoridad municipal y los alcaldes las suelen llevar en los actos protocolarios. Por su parte, los cetros europeos medievales, en realidad, derivan de mazas de guerra que, a su vez, fueron, en origen mayales o palos de majar.


30 de gener 2011

ARMAS MEDIEVALES: EL HACHA DANESA

El hacha danesa o vikinga es un hacha larga de hoja grande y ancha, pero delgada, de a dos manos, y cuya asta bien alcanzaba la altura de un hombre ya que su longitud es de aproximadamente 1,50 m.

En origen fue una herramienta de leñador que terminó empleándose para fines militares. Este arma de combate de gran alcance consiste en un borde convexo de hierro, con biseles de ancho, con dos lóbulos simétricos.

Hacha pesada, hecha de hierro duro, se manejaba con ambas manos con la intención de matar a los caballos y jinetes y romper los escudos del enemigo. Dada la popularidad de uso en los pueblos del norte de Europa, esta hacha fue temida en la antigüedad tanto por sus virtudes como por quienes las usaban: los pueblos nórdicos vikingos.

Las hachas danesas se caracterizaban por ser armas muy largas, de 120 cm a 180 cm de asta y cuya hoja, delgada y recia, y de más afilado filo, llegaba a ser tan ancha, que no gruesa, como un codo o codo y medio. Sin embargo, los ejemplares artísticos y la mayoría de los restos arqueológicos nos dicen que tenían cuchillas de unos 30 cm, no más.

Como se puede ver en descripciones y en arte antiguo, sobre todo en fuentes tan importantes como el Tapiz de Bayeux, las hachas largas "danesas", que fueron empleadas tanto por vikingos como por sajones y más pueblos, eran armas desarrolladas específicamente para la guerra, pues era más ligera en su "cabeza" (poll, en inglés antiguo), con un asta mucho más larga, y de mejores materiales que las herramientas típicas de talar.
La leyenda de esta hacha la iniciaron los huscarles (guerreros o guardias de élite de los reyes escandinavos) y las famosísimas y terroríficas incursiones (razias, o raids en inglés, que tienen mayor significado que en castellano), de los vikingos por toda la Europa medieval.

El hacha danesa fue una de las armas que más calaron en la historia del mundo medieval por el "terror" que los pueblos nórdicos provocaron a los reinos europeos en sus históricas incursiones y saqueos. Esta arma, grande y poderosa, fue en manos de una tropa de infantería, como la de los pueblos del norte de Europa, un arma formidable. Sus dueños asaltaron y saquearon por doquier muchos territorios, como Inglaterra y Francia, en cuyos campos de batalla, donde no encontraban la oposición de tropas de caballería o arqueros numerosos o bien pertrechados, tenían ventaja táctica o moral. Su leyenda fue mayor que la de todas las demás armas de la época, pues su fama de "hacedora de huérfanos" perduró mucho tiempo por su eficacia y también por la "fuerza" de quienes las blandían, dejando "huella" en la historia.

Este tipo de hachas se popularizó llegado el siglo XIII, pero pronto perdería su fama por el cambiante devenir de las armas defensivas y las tácticas y composición de los ejércitos medievales.



ARMAS MEDIEVALES: EL HACHA "FRANCISCA"

La francisca o francesca es un hacha de guerra blandida a una mano y empleada para el combate cuerpo a cuerpo muy útil también como arma arrojadiza.

Su origen se encuentra entre las armas tradicionales de los pueblos germánicos occidentales empleada asiduamente en los siglos V a VIII por los francos, de quienes se cree que recibe su nombre, desde los Merovingios a los Carolingios. La evidencia arqueológica muestra que los francos hicieron uso común de la francisca, y su opción de usarla dio nombre a su gente: los francos, y el nombre de la nación que fundaron, Francia.

El borde del hacha era pesado lo que le conferia un impacto mayor en el blanco, pero debido a que el hacha no estaba equilibrada, su vuelo no era muy recto, reduciendo el rango de exactitud en el blanco. Las tropas arrojaban la francisca desde una distancia de diez a once metros. Sin embargo, al lanzarlas en gran número, buscaban más atacar a un grupo de enemigos que a un guerrero en particular.

Al ser arma de mano y arrojadiza en las distancias cortas era utilizada para abrir el combate ya que al ser lanzada descubria al enemigo al intentar defenderse con su escudo permitiendo la estocada con el scramasax que llebaban en la otra mano.

La forma característica de una francisca era de una "S". Desde el tope de la cabeza el borde más bajo se curvaba hacia dentro. El centro de la cabeza del hacha formaba un ángulo de 90 a 115 grados hasta el mango. La francisca se deslizaba hasta el blanco desde el principio de la hoja hasta la hoja completa y también se enterraba en el blanco de forma que el mango quedaba hacia arriba. La mayoría de las franciscas tenían una caída redonda en forma de ojo en un mango de madera, similar a las de las hachas vikingas. La mayor parte de las franciscas tenían entre 50 y 60 cm. de largo, y pesaban entre 200 y 1.300 gramos. Multiplicando esa masa por la gran velocidad que adquirían al ser arrojadas, resultaban muy potentes a la hora del combate.

Hoy en día la francisca mantiene un uso popular en competiciones de arrojar hachas y como arma para las representaciones históricas. El arma frecuentemente se balancea impredeciblemente después de golpear el suelo, haciéndola muy difícil de bloquear. En el combate, esto serviría para confundir, intimidar y desorganizar una línea enemiga en el momento crucial antes de que los francos dieran su gran golpe. En algunas ocasiones, la francisca fue superior a las más precisas jabalinas y era bastante más letal en combate cuerpo a cuerpo.


29 de gener 2011

ARMAS MEDIEVALES: LA LANZA

La lanza es un arma compuesta de un asta de madera o metal, en una de cuyas extremidades tiene una hoja afilada o puntiaguda. Es un arma primigenia creada por el hombre; es una de las pocas armas prehistóricas, y durante todos los milenios acompañó a guerreros en innumerables guerras.

El primero en inventarla fue el homo habilis, en el neolitico, hace dos millones de años y en sus principios se utilizaba para la caza. Estaba formada por un palo de madera y una piedra bifaz (tallada por las dos caras).

Con la llegada del metal se sustituyó por por una hoja de metal y un palo tallado.

Era conocida como "arma reina de las batallas" por su bajo coste de fabricación, facilidad de uso a pie o a caballo, alcance ya que algunas se usaban como arma arrojadiza y la potencia de punzada o golpe, debido al largo de "brazo mecánico".
Su uso es muy antiguo y su forma ha cambiado muchas veces. La han usado varios tipos de guerreros como los de la falange macedónica, los romanos y los bárbaros, solo para poner unos cuantos de ellos.
Durante la Edad Media, la lanza desempeñó un importante papel. Era segunda arma preferida de un caballero y ya hecha de hierro. La rectitud de la lanza simbolizó verdad al caballero, y su cabeza del hierro, fuerza. La arma más vieja del personal fue utilizada generalmente para empujar o tirar al enemigo de su caballo. Los postes eran cerca de 3 Mt de longitud y rematados con una punta de lanza que sería un triángulo.

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Los escoceses emplearon círculos de lanceros durante las guerras de independencia que se produjeron a finales del siglo XIII. William Wallace se valió de ella en Falkirk.4 y Robert Bruce en Bannockburn Descubrieron que esa formación, llamada schiltron, era de gran eficacia. Robert Bruce sólo presentó batalla a los caballeros ingleses en zonas pantanosas, lo que impedía prácticamente la carga de sus enemigos.
Los suizos ganaron mucho renombre en el combate de picas. Se puede decir que revivieron la antigua falange macedonia de Alejandro Magno y llegaron a adquirir una buena pericia en el combate con largas armas de palo. Su táctica consistía en formar un escuadrón de piqueros. Las cuatro filas exteriores sujetaban las picas a una misma altura, apuntando más hacia abajo. Ello creaba una eficaz defensa contra la caballería. Las filas de la retaguardia usaban armas de palo para acuchillar a los enemigos que se acercaban a la formación. Los suizos se habían especializado hasta tal punto que eran capaces desplazarse sin romper la formación con relativa rapidez. Gracias a ello pasaron también a ser una tropa de ataque.

Antiguos tipos de lanza

Alabarda: enastada con un "peto" (pincho o púa) en la parte superior de la "cabeza de armas", con una hoja en forma o variantes de un hacha en un extremo transversal, y en su lado opuesto otro pequeño "peto" o filo afilado y angosto.
Azagaya: arma arrojadiza ligera de la época paleolítica con la punta hecha con un fragmento aguzado de asta de cérvido.
Azcón o azcona: arma arrojadiza, como dardo, usada antiguamente. Coincide con el término en vascuence.
Bidente: enastada con una cuchilla en forma de media luna.
Bisarma: (del fr. guisarme), lanza de moharra mixta compuesta por una parte tajante y otra(s) punzante(s).
Bisento: lanza japonesa que corresponde a la china kwan-do, la antecesora de la Naginata.
Chuzo: lanza corta de moharra redondeada y angosta.
Corcesca: lanza variante de la partesana con aletas en forma de arpón.
Cuchillo de brecha: forma más primitiva de hoja enastada de un solo filo y angosto.
Dardo: llámeseles así a las lanzas cortas arrojadizas cual jabalinas.
Dory o Doru: lanza típica del soldado hoplita.
Espontón: arma enastada de la familia de las partesanas de la oficialía de los siglos XVI y XVII.
Estradiota: de tres m, usada por los estradiotes.
Falárica: de madera, con la moharra metálica. Se lanzaba prendida.
Forchina u horquilla: horca militar derivada de las herramientas campesinas a partir de una moharra de partesana.
Guja o archa: enastada con cuchilla ancha, en forma de espada curva o gran cuchillo de hasta seis dm de longitud.
Jabalina: lanza arrojadiza por excelencia. Se le denominaba "dardo" en España a todas sus familias.
Kontos: lanza larga de caballería de unos 3-4 m de longitud desarrollada por los sármatas, un pueblo nómada de las estepas rusas.
Lanzón: lanza corta de moharra ancha y fuerte.
Lucio: era una arma suiza que servia para defenderse de los caballeros: 5 metros de largo. La utilizaban para a herir a los caballos.
Media pica: variante menor de la pica, moharra lanceolada, con asta de la altura de un hombre alto. Se le llama también "lanza de armas".
Partesana: lanza larga de moharra ancha de doble filo y con aletillas laterales.
Pilum: arma básica, junto con la espada, (gladius) del soldado legionario romano.
Pica: lanza muy larga para formaciones militares cuya asta mide más de cuatro m de norma, llegando incluso a medir seis m.
Roncona: variante de la corcesca cuya "punta" era aún más larga y angosta que la partesana y sus aletas curvadas cual garfios.
Sarissa: pica de la falange macedonia.
Venablo: arma arrojadiza, a modo de dardo o de pequeña lanza.
Yari: arma arrojadiza japonesa, de hoja recta.

27 de gener 2011

EL RITO DE ARMAR CABALLEROS EN LA EDAD MEDIA

El Orden de la caballería, que constituye un grupo nobiliar, fue primordialmente, y sobre todo en origen, el grupo militar de los protectores de la sociedad y la fe cristiana. Como decía Alfonso X en su segunda partida, el miles (que él traduce por caballero aunque en su sentido etimológico podría ser cualquier soldado), es un hombre especial, que al igual que Dios eligió entre los más duros para acaudillar militarmente a su pueblo contra Gedeón, es seleccionado por los monarcas y dirigentes, uno en mil, entre los más preparados física y moralmente, para soportar los peligros y esfuerzos que acarrea defender el código de la caballería, y convertirse en defensores de la ley (fe), la tierra y el rey (y por extensión del pueblo).

El ingreso en el ordo o clase de la caballería, aunque atestiguado al menos desde el s. XI, como un ritual, no tiene sus primeras plasmaciones doctrinales hasta finales del s. XII y, sobre todo, en el s. XIII. Ciertamente, y remitiéndonos a las fuentes documentales, debió de existir una evolución en la elaboración de este rito; en origen la imposición del cíngulo militar, a lo que habría que añadir diferencias locales, según se constata en diversas obras europeas.

En el siglo XI, el acto debió circunscribirse al aspecto más puramente militar, al acto de armarse con todas las armas, sobre todo la espada. A partir de la segunda mitad del s. XII se atestigua otro gesto fundamental en este rito, la "pescozada".

La "pescozada", o espaldarazo, era algo relativamente reciente para 1170, como lo refleja Lamberto de Ardres. Incluso el autor tiene que dejar claro que, por ejemplo, cuando el hijo de Balduino de Flandes, Arnulfo, con motivo de recibir la espada de caballero, en 1187, recibe la "pescozada" de su padre, el hijo no tenía que devolvérsela (la pescozada). Para España la primera referencia a la pescozada, aparece en el fuero de Cuenca, de principios del s. XIII. Sin embargo las fuentes no dejan claro en qué consistía esta pescozada, aunque lo más probable es que se tratase de una bofetada en la cara. De ahí se pasaría al espaldarazo o golpe en la espalda y finalmente al golpe de la espada en la cabeza del investido (ya en el s. XV)

Si bien el código caballeresco es bastante uniforme, al menos desde el s. XIII (en parte gracias a la homogeneidad de un grupo social con funciones bien definidas hasta entonces, el papel homogeneizador de las cruzadas y los libros de caballería -como el ciclo artúrico-), el rito no lo será tanto.

La segunda partida de Alfonso X (ca. 1280) junto con el Libro de la caballería de Ramón Llull son las obras de referencia que intentan fijar un ritual que se podría tomar como modelo.

Para el rey castellanoleonés los caballeros han de ser nobles de linaje (algo que luego variará con el tiempo). Los pasos a seguir serían los siguientes:

El aspirante, en primer lugar, debe pasar el día anterior en vigilia. Además debe estar vestido lo mejor posible, para lo cual será ayudado. Esa limpieza debe ser tanto física (paños y cuerpo), como espiritual. En curiosos hacer notar que Alfonso se toma la molestia en puntualizar que el ir limpio, y tomar los dos baños, (al principio de la vigilia y luego, antes de la propia ceremonia de la investidura) no implica un menoscabo de las cualidades varoniles del candidato, ni de su fortaleza, ni de su crueldad necesaria. En ese estado de recogimiento que debe ser el de la vigilia, se le informará de todo los trabajos y sufrimientos que ha de pasar al tomar la caballería. Acto seguido se pondrá a orar de rodillas, todo lo que pueda, pidiendo el perdón de sus pecados y la asistencia divina en la tarea que se le presenta. En cuanto a la vestimenta Alfonso X deja claro que antiguamente se hacía con toda las piezas armadas puestas (aunque no está claro si eso se mantiene en su ceremonial). Eso vendría a explicar la anotación de que posará de hinojos todo lo que sufra, ya que no era nada cómodo arrodillarse y mantenerse en esa postura completamente armado.

Así se supone que también pasaría la noche. En la mañana de la investidura se volvería a arreglar y descansaría brevemente en una cama. Acto seguido pasaría a oír misa.

Una vez concluida se presentará el que le ha de armarle caballero y le interrogará si está dispuesto a la investidura. Ante la respuesta afirmativa le ayudará a calzarse las espuelas, y le ceñirá la espada.

Una vez concluido todos los preparativos previos, y con la espada desenvainada se trasladará, si hace falta, al lugar de la ceremonia donde procederá a realizar un juramento triple: no dudar en morir por su ley (fe cristiana), por su señor natural, y por su tierra. Juramento que a veces so obviará más tarde.

Una vez pronunciado el juramento se le da la pescozada, para que no olvide lo que ha jurado. Al tiempo, los oficiantes y el postulante pedirán Dios no se lo permita olvidarlo. EL penúltimo acto es el beso (en el siglo XII se especifica que es en la boca) que se dan el nuevo caballero y quien le ha dado la pescozada, como símbolo de fe y de paz. Lo mismo hacen todos los caballeros presentes en señal de hermandad.

EL siguiente rito es el de ceñir la espada. Recordemos que la espada había quedado desenvainada. Ahora, el que se llamará padrino, será el que le ciña de nuevo la espada al caballero novel. Este padrino puede ser su señor natural, un caballero honrado o un caballero bueno de armas. Por último ya sólo quedará festejarlo con un gran banquete e incluso con algún torneo (aunque lo prohibiese la iglesia), coincidiendo con fechas señaladas en el calendario.

Conforme pase el tiempo ese ritual se va a simplificar en gran medida. EN parte por lo costoso de todo el ceremonial, en parte por el ingreso de pecheros (que además de estar imbuidos de ciertos ideales noble-caballerescos, buscan la confirmación de la exención del pago de impuestos al entrar en este orden nobiliar), y en parte porque cada vez se atestiguan menos ceremonias urbanas.

EL ceremonial para fines del s. XIV y el s. XV se ha reducido a ciertos puntos básicos. La limpieza y riqueza en la vestimenta del postulante y oficiantes. La vigilia de armas durante la noche (si es posible en una iglesia y si no, no importa) y, por último, el espaldarazo con la espada, que se ciñe el nuevo caballero.

honor.Las armas, y la espada, no sólo se supone que son las herramientas básicas del nuevo caballero, sino que tienen una profunda simbología, que todos los manuales, incluido los de ingreso a las ordenes militares, se encargan de reseñar. Incluso físicamente, por dónde se colgaba la espada, se debería poder distinguir a un caballero de otro que no lo fuera, o un escudero. Así, el caballero la llevaría ceñida a la cintura, mientras que los escuderos la llevarían al cuello (al menos hasta principios del s. XIV). Otro rasgo distintivo sería el de las espuelas, siendo las de los caballeros de oro, y de plata las de los escuderos.

Desde fines del mismo s. XIII, el número de investiduras cae considerablemente. La explicación suele ser económica. El armarse caballero era un negocio extremadamente caro, sobre todo para el caballero novel, pero también para el oficiante.

La máxima decía: "no todos los nobles son caballeros, pero todos los caballeros deben ser nobles". Ahora bien, desde fines del s. XIV se atestigua la incorporación de pecheros (burgueses, comerciantes, sin nobleza de linaje), en el ordo ecuestre. El acto les confiere el título de hidalguía, pasan a formar parte de la nobleza. Pero la nobleza tradicional, y más aquellos que siguen creyendo en los valores tradiciones del orden de la caballería, se mostrarían profundamente contrariados. Así, Pero Niño, el famoso protagonista de la crónica del Victorial, y otros nobles afines se ocuparán de recalcar, no sin cierta amargura: "no todos los que ciñen espada son caballeros". Con ello se refería al cada vez más reducido grupo, que dentro de los "caballeros", seguían creyendo y obrando según el antiguo ideal, el de una caballería cuya máximo valor era la fidelidad y el sacrificio militar.

El reino de los cielos. Una de cal y otra de arena.

En la última película de Ridley Scot aparecen dos actos de amar caballeros (ca. 1185). Uno, individual, donde Balian de Ibelin es armado caballero por su propio padre a punto de fallecer. El otro, colectivo, en vísperas de la gran batalla por la defensa de Jerusalén. El acto individual está más o menos bien representado. De hecho, la bofetada que se le propina al postulante como rito de iniciación está bien atestiguada en fuentes contemporáneas (s. XII). Es una de las variantes del espaldarazo o pescozada. El nombramiento de caballeros en un acto colectivo no era infrecuente en vísperas de una gran batalla (o después de ella). En la película se usa el episodio documentado del nombramiento de caballeros de los defensores de la ciudad santa, pero lo que en la película se muestra como un acto "democrático", se arma caballero a cualquier persona incluso siendo siervo del obispo para acentuar la crítica eclesiástica, en las fuentes contemporáneas (s.XII) se deja claro que Balian sólo armó caballeros, con carácter de urgencia, a los hijos jóvenes de nobles y algunos burgueses destacados de la ciudad, nada de acto democrático con respecto a los villanos.

Caballeros y escuderos... Cómo se hace un caballero

Nadie nacía caballero. Había que investirse, lo que suponía un necesario entrenamiento durante la niñez y la juventud. La preparación era principalmente física: pesas, manejo de armas, equitación; sin olvidar otros valores como la devoción, la disciplina, los buenos modales y otras materias cortesanas. Lo habitual en el ámbito europeo es que se enviasen a los hijos (sobre los once años) a casa de un pariente o un señor con relación natural, o a una corte extranjera, para que realizara su aprendizaje como escudero, algo que solía llevar varios años. Por cierto, no parece que hubiera una edad mínima para ser caballero. Se estipulaba claramente que quien invistiera tenía que tener como mínimo catorce años, pero no se comenta nada del investido. Lo normal sería contar con esa misma edad pero no es raro encontrar investiduras de personajes más jóvenes, sobre todo a partir de los 12 años, edad que en Castilla se consideraba la mínima para ir a la guerra (según las fuentes, realmente, entre los 12 y los 17 años era la edad mínima). Límite de edad que parece ser más precoz que el que aparece en fuentes extrapeninsuales, ya que en Francia se tomaba como mínimo los 19 años.

El escuderaje podía ser bien como escudero, paje, entendiéndolo como un joven noble aún no caballero, o un peón de armas (casi siempre de origen inferior), al servicio de un caballero en las campañas de guerra o en el castillo. Esta etapa, además de entrenamiento personal, servía para forjar amistades que le pudieran ser útiles al futuro caballero, así como a reafirmar vínculos entre varias casas.

Pero ya desde la niñez el entrenamiento era necesario (sobre todo a partir de los 7 años). Este entrenamiento se realizaba de forma consciente, como algunas habilidades intelectuales (los "studia literarum", normalmente sobre escritos religiosos), y cortesanas; como inconsciente, lectura de hazañas caballerescas, juegos. algo que, por otra parte, continuaría durante toda su vida adulta, de una forma u otra. En la última etapa de la formación del joven se harían especial referencia a su formación militar y ecuestre, ayudado por largas jornadas de caza.



Para saber más:


J. Fleckenstein, La caballería y el mundo caballeresco. Madrid, 2006.
M. Keen. La caballería, Madrid, 1986.
J. Flori. Caballeros y caballería. Madrid, 2001.
J.D. Rodríguez Velasco, El debate spbre la cabllería en el siglo XV. Valladolid, 1996
N. R. Porro Girardi. La investidura de armas en Castilla. Valladolid, 1998.
M.C. Quintanilla Raso, Nobleza y caballería en la edad media, Madrid, 1996.
J. Boulton. The knights of the Crown, Brewer, 1986
M. Barber. The Knight and Chivalry (1970). Nueva edición corregida Woodbridge, 2000.

24 de gener 2011

ALCAÑIZ 2011

Y ya empezaron los eventos medievales en este 2011. Uno de los primeros del año, si no el primero, es el que se celebra en la localidad turolense de Alcañiz los días 21, 22 y 23 de enero bajo el nombre de Las Calatravas organizado por el grupo de recreación local que lleva por nombre Calatravos y Mesnada de Alcañiz con los que coincidimos en varios eventos durante el año.

Las Calatravas empezaban el viernes por la tarde con el montaje del campamento y la bienvenida a los grupos y recreacionistas participantes. El sábado lo dedican a torneos, batallas y actividades varias y el domingo realizan un desfile por la población hasta el castillo para admirar sus incalculables pinturas.

Los miembros de ARCOFLIS que asistimos al encuentro de Alcañiz solo pudimos estar presentes el sábado por motivos varios Así que para aprovechar al máximo el día nos levantamos pronto, cargamos nuestros vehículos y ráudos nos dirigimos al encuentro de nuestros amigos para desyunar con ellos algo que llaman "huevos a la chernobil" con chorizos y panceta, desayuno que calentito animaba mucho al cuerpo para aguantar el enorme frío que estaba haciendo.

Si, frío, mucho frío pues resulta que las temperaturas agradables que estabamos manteniendo este primer mes del año habían decidido desplomasre varios grados por debajo del cero en el termómetro lo que contrastava con el cielo lúcido, transparente y soleado.

Nada más llegar saludamos a los organizadores del mismo, Los Calatravos y Mesnada de Alcañiz que nos recibieron con los brazos abiertos y se portaron en todo momento como unos excelentes anfitriones. Entre las huestes presentes a tan magno evento encontramos a viejos compañeros de armas y campamentos como los Fidelis Regi y los A.C.H.A que pronto nos hicieron un sitio para instalarnos y dejar nuestras cosas. Allí se dieron cita grupos como Ferruza, los impresionantes vikingos del Clan Hávamál, los Arquers del rei Jaume, las Huestes de Medina Yarca, la Orden de la Espada, Leales d'Aguiló, Cancerveros de Aragón, Compañia del Norte, Gala Placidia, Costumbres Medievales, Anima Ensis, Caballeros del Duero, Asociación Baira, que nos perdonen los ballesteros por ahora no recordar su nombre y los que faltan que seran añadidos a medida que nos acordemos o nos recuerden su asistencia.

Después de los efusivos saludos con todos nuestros amigos y compañeros y una vez ataviados e integrados en el evento procedimos a realizar las primeras actividades que la organización nos propuso, un torneo de esgrima medieval y un torneo de arqueros.

Jesús Jambrina
Aunque los dos torneos se realizaban simultaneamente desde nuestra posición oiamos como golpeaban las espadas de los caballeros y como poco a poco por eliminación iban quedando menos participantes resultando ganador Jesús Jambrina del grupo aragonès de Fidelis Regi

Jaume Montull
El torneo de arqueros fué muy disputado y hubo también gran cantidad de participantes al igual que en el torneo de esgrima. Aquí también se iba eliminando a los arqueros que no acertasen en los blancos propuestos pues el concurso era a base ir pasando rondas de tiro cada una con mayor dificultad que la anterior. Esta vez el ganador recayó en la figura de Jaume Montull del grupo catalán de ARCOFLIS, o sea en nosotros.

Finalizado esto y despues de tomarnos unos vinos y unas cervezas procedimos a dar buena cuenta de la comida para coger fuerzas para la batalla de la tarde.

La batalla se desarrollaba con el enfrentamiento de las órdenes militares calatravas y templarias contra todos los invasores que intentaban asediar una pequeña fortificación. Los atacantes empezaron la lucha disparando un cañon y los arqueros soltando sus mortíferas flechas para pasar a realizar un par de cargas cuerpo a cuerpo para al final ser vencidos por los defensores que aguantaron muy bien el embite y se defendieron con uñas y dientes causando gran mortandad entre sus enemigos.

Acabada la batalla el frío reinante empezó a hacer mella entre la hueste de ARCOFLIS pues algunos de nosotros saliamos recientemente de pasar gripe y las señoras ya empezaban a estar heladas y congeladas lo que provocó que para paliar daños mayores decidieramos dar por finalizada nuestra participación, recoder nuestras cosas, despedirnos de amigos, compañeros y anfitriones y regresar a nuestras casas o a la cama como tuvo que hacer más de uno.

Nos quedó hacer el desfile del domingo y ver las pinturas del castillo pero esto ya lo haremos en futuras ediciones.

Desde aquí dar las gracias a Los Calatravos y Mesnada de Alcañiz por su buen hacer, su acogida para con nosotros y felicitarles por su evento

Mas fotos del evento en: