03 de febrer 2011

ARMAS MEDIEVALES: LA ALABARDA

La alabarda es un arma enastada de astil de madera de unos dos metros de longitud y que tiene en su "cabeza de armas" una punta de lanza como peto superior, una cuchilla transversal con forma de hoja de hacha por un lado, y otro peto de punza o de enganchar más pequeño por su opuesto.

Si bien en China se empleaban desde tiempos inmemorales ciertos tipos de armas de asta con funciones muy similares, su forma medieval fue introducida en Europa entorno al 1300 por los alemanes y los escandinavos. Aunque su popularidad llegó de manos de los mercenarios suizos.

Fue utilizada con grandísimo éxito como arma de infantería desde el final de la Edad Media hasta el siglo XVII. El uso de esta arma en batallas de infantería, que se saldaron con victorias enfrentándose a tropas con caballería pesada, reformó la composición de los ejércitos y volvió a darle una importancia vital a la infantería.

Fue su fama tan merecida que muchas tropas o cuerpos de élite de la nobleza la portaban en versiones "ostentosas", habiendo algunos cuerpos militares que la siguen utilizando en estos días en actos públicos y desfiles militares como arma ceremonial. En la actualidad, los Reales Guardias Alabarderos Españoles o la Guardia Suiza del Vaticano usan esta arma no sólo ceremonialmente, sino que también son entrenados para emplearla como arma de combate.

El soldado que se arma con una alabarda se llamaba alabardero. También se llama así al soldado que realiza guardia de honor a los reyes de España. Es un cuerpo de élite de la Guardia Real Española, que son directos custodios de las Personas Reales, a las que dan guardia y protección a pie.

Imaginemos como se usaría esta arma contra un caballero con su gran armadura, montado a caballo: una alabarda serviría para enganchar los salientes de las armaduras con el fin de derribarlos de sus monturas, y una vez caídos, se utilizaban las otras extensiones, el pico o la hacha, para noquearlos y perforar sus corazas de acero.

Hay otras armas de asta que fueron coetáneas a la alabarda y que podrían entrar en la familia de esta, como la partesana, que equivale a una alabarda con el hierro muy grande y ancho en forma de media luna y cortante por ambos lados.