La historia sorprende ya a los vascos poseyendo pieles, telas o tejidos, cuerdas, cintas, vendas, hilos, redes, agujas, alfileres, brazaletes, hebillas, collares, correas y abarkas además del vestido. La palabra apaindu significaría ataviarse y quizá, también, calzarse.
De la época romana y cartaginesa se poseen pocas noticias. Parece ser que el vasco usaba calzón sesgado sujeto por medio de cintas a las rodillas, pequeño manto de lana negra sobre la espalda y calzado de piel de cabra. Su cabeza, siempre descubierta, y su cabello, largo, sujeto por una redecilla de hilo. Sus armas de combate eran la ezpata "espada", aizkora "hacha", gezia "flecha", el chuzo y la guadaña.
La ballesta se empieza a usar en el siglo X. (Labayru, Hist. de Bizcaya, I. p. 630). No se hubiera sabido nada sobre la vestimenta vasca en la alta edad media a no ser por un pasaje de Aimonio, consignado en el lib. 5, cap. 2. Se refiere la escena al año 785. Cuenta cómo el joven Ludovico se hallaba en la Aquitania y cómo el padre recelaba que pudiera aprender las costumbres de aquellas gentes. Para evitarle le llamó para que abandonara la Aquitania y fuera a hacerle compañía. Ludovico obedeció presentándose ante su padre Carlomagno vestido al uso de los vascones y acompañado de otros jóvenes de la misma edad vistiendo el mismo traje, que se componía de una túnica exterior redonda, camisa de mangas sueltas, calzones largos, calzas con espuelas y una lanza arrojadiza en la mano. El texto es éste: Cui filius Ludovicus, pro sapere et posee obedienter parens, occurrit ad patris proesentiam, habitu Vasconum cum cooevis sibi pueris indutus, amiculo scilicet rotundo, manicis manisioe diffusis, cruralibus distentis, calcaribus caligis insertis, missile manu ferens. Su hijo Ludovico, que le prestaba obediencia según su saber y poder, le sale al encuentro para presentarse a él, su padre, vestido a la usanza de los vascos como los niños coetáneos a él, es decir, con una túnica corta, ceñida y redonda en su remate inferior, con las mangas extendidas por las manos, con perneras [calzas] extendidas [largas], con botas rematadas con espuelas, llevando en la mano una lanza.
El peregrino Aymeric Picaud, del siglo XIII, nos dice que los vascos visten al uso de los escoceses... "de paños negros y cortos que bajan solamente hasta las rodillas y usan de un calzado que llaman lavarcas, hechas de cuero peludo, esto es, sin curtir, y las atan con correas alrededor del pie, cubriendo solamente las plantas y dejando desnudas las bases. Usan de unas capillas negras de lana, largas hasta los codos, en forma de aletas frangeantes, a las que llaman saias. A donde quiera que salga el navarro o vasco, pende del cuello un cuerno, a usanza de cazador, y suele llevar en la diestra dos o tres auconas" (flechas). En la Edad Media usaban una túnica exterior redonda, sujeta por un cinturón, camisa de larga manga y suelta,. de las llamadas perdidas, y calzón. Los infantes o peones montañeses vestían pieles de oso o de cabra en forma de saco sujeto con cinturón. Según Marineo Siculo, los vizcaínos, aunque pocos, usaban yelmo con penachos y cota, pero este abrigo y defensa parece privativo de los caballeros y jefes de mesnada. Esta armadura se habría generalizado y extendido a los peones a partir del siglo XIII, en el XIV.
ARCOFLIS (Arquers i Companyia de la Flor de Lis) és una associació de caràcter cultural sense ànim de lucre creada l'any 2000 a Vilafranca del Penedès. La nostra activitat principal és la recreació històrica medieval centrada principalment en el tir amb arc medieval i la vida en campament militar en els segles XII, XIII i XIV.